TRM 16/04/2024

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Precios de Referencia FFP - 1/2023

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Indicadores Precios de Referencia FEP - 03/2024

IPML $3.762.881 - IPME $3.597.417

Precio de referencia FFP – 12/2023:

Precio de referencia del aceite de palma crudo para el cálculo de la cuota del Fondo de Fomento Palmero de acuerdo con la Resolución 0536 del 29 de diciembre expedida por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.

Indicadores precios de referencia FEP – 03/2024

  1. IPML: Indicador precio paridad de importación de referencia para el aceite de palma crudo en el mercado local del mes de marzo de 2024. (Resolución FEP 256/ 2024)
  2. IPME: Indicador precio paridad de exportación de referencia para el aceite de palma crudo en el mercado de exportación (Zona Centro – Mercado Europa) del mes de marzo 2024. (Resolución FEP 256/ 2024)
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Reciente decisión del Parlamento Europeo no compromete exportaciones colombianas de aceite de palma al mercado de UE

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Aunque el Parlamento Europeo votó favorablemente la iniciativa de restringir el uso del aceite de palma para la producción de biocombustibles a partir de 2021, la realidad productiva de esta oleaginosa y las posiciones de rechazo a esta medida por parte de varios países de la Unión Europea, que la consideran discriminatoria, dejarían sin piso una eventual ratificación de la moción por parte de la Comisión Europea.

 

Comunicado de prensa
 

Bogotá, 1 de marzo de 2018

El pasado mes de enero de 2018 el Parlamento Europeo votó favorablemente una iniciativa que propone, a partir de 2021, fijar en 0 % la contribución del biodiésel de palma como fuente de energía renovable en la Unión Europea (UE). Si bien esta moción surge, aparentemente, como reacción a la preocupación derivada de los cuestionamientos a las prácticas ambientales en el desarrollo del cultivo de palma de aceite por parte de los países líderes del Sudeste Asiático (Malasia e Indonesia), lo cierto es que, al tratarse de una posición política, en la práctica aún no tiene un efecto vinculante para los países miembros de la UE y, además, está influenciada por intereses comerciales, manifestó Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de palma de Aceite, Fedepalma.

“A diferencia de lo que sucede con las decisiones adoptadas por otros parlamentos en el mundo, en el caso de la Unión Europea, por tratarse de una comunidad política y económica de los países miembros, las votaciones del Parlamento Europeo no constituyen, automáticamente, decisiones con fuerza de ley, ya que el sistema de instancias comunitarias de la UE requiere que las mociones de naturaleza política (las que son proferidas por el Parlamento) surtan un proceso de concertación entre todos los países miembros de la Unión en el seno del Consejo y de la Comisión Europea”, explicó el líder gremial.

Lo que se viene observando, es que varios gobiernos de los países de la UE han rechazado esta moción del Parlamento Europeo por considerarla discriminatoria; tal es el caso de Francia, Suecia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Italia y España que se oponen a la decisión[1].

“Así pues, en opinión de algunos expertos y más allá del despliegue mediático que ha tenido la moción del Parlamento Europeo sobre este tema, la realidad del mercado mundial de aceites y grasas, y la posición destacada que tienen los aceites de palma en virtud de su alto grado de productividad, dejaría entrever que la decisión del Parlamento, tal y como fue aprobada, tendría cambios luego de su conciliación con las demás instituciones de la UE”.

En la práctica, es claro que la palma de aceite es un cultivo mucho más joven que otras oleaginosas en el ámbito internacional y, que en virtud de su alta productividad por hectárea, requiere menor cantidad de tierra para producir una tonelada de aceite. En razón a ello, actualmente los aceites de palma se ubican en el primer lugar dentro del ranking de la producción mundial de aceites y grasas vegetales, al consolidar más de 33 % de la oferta mundial de estos productos. Esta situación ha afectado el statu-quo de competidores que producen aceites a partir de otros cultivos, presionando campañas de desprestigio sobre el aceite de palma, la proliferación de mensajes negativos y afirmaciones engañosas sobre nutrición, salud o medio ambiente”, destacó Mesa Dishington.

En la actualidad, el mundo reclama que no solo la palma de aceite sino, en general, que la producción agropecuaria se adelante con total observancia de prácticas sostenibles económica, social y ambientalmente, y con un compromiso claro de generar bienestar no solo para los consumidores finales de los productos del agro, sino para las poblaciones que conviven con los proyectos productivos en las zonas rurales del planeta.

En tal sentido, la agroindustria colombiana de la palma de aceite es única y diferenciada, pues el cultivo se ha desarrollado sin deforestar. Así lo demuestra el estudio publicado en 2016 por los investigadores Anand (Universidad de Guelph, Canadá) y Vijay y Pimm (Universidad de Duke, Estados Unidos), en el que se asegura que, si bien en Colombia entre 1989 y 2013 se incrementó el área cultivada en palma de aceite en 69,5 %, el porcentaje de deforestación fue de 0 %.  En complemento, el estudio de Furumo y Aide (2016) publicado en Enviromental Research Letters, demuestra que en Colombia la expansión palmera dada entre 2001 y 2014 se dio en más de 91 % en tierras que anteriormente fueron intervenidas por pasturas para ganadería extensiva o por otros cultivos como algodón, arroz o banano; lo que dista diametralmente de la situación de otros países productores de aceite de palma.

Fedepalma es miembro de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO por sus siglas en inglés) desde su inicio en 2004 y las empresas palmeras han acogido dicho estándar de sostenibilidad como uno de sus modelos a seguir. En apenas ocho años desde que fue lanzado este esquema, se ha logrado certificar alrededor de 14 % de la producción en Colombia. Actualmente hay un número representativo de empresas y productores en proceso de certificación RSPO y, al año 2021, se tiene como meta que  50 % de la producción esté certificada.  “En este frente, vale la pena destacar que una empresa colombiana, Daabon, localizada en Santa Marta, por tres años consecutivos ha ocupado el primer lugar en el ranking mundial de empresas sostenibles diseñado por la Zoological Society of London, miembro activo de la RSPO”, destacó el dirigente gremial.

En materia social, en Colombia el cultivo de la palma de aceite genera más de 160.000 puestos de trabajo altamente formales (directos e indirectos), y cuenta con niveles salariales superiores en 20 % a los de otros sectores agrícolas.

Un reciente estudio adelantado por el DNP (2016) evidencia que al comparar municipios que han afrontado conflicto armado donde existe el cultivo de palma, frente a municipios con el mismo conflicto pero que no tienen palma cultivada, los ingresos de los municipios palmeros superan en 30 % a los de municipios que no cuentan con este desarrollo agrario, catalogando esta diferencia como el “dividendo social de la palma”.

“Estos hechos y realidades de la palmicultura colombiana fueron expuestos en detalle a un grupo de Eurodiputados que estuvieron en misión en Colombia durante la segunda semana de febrero del presente año, con el interés de conocer las condiciones ambientales y sociales bajo las cuales se desarrollan algunos cultivos en el país, cuyos productos llegan a la Unión Europea (palma, banano, cacao, café y flores)”, desatacó el Presidente Ejecutivo de Fedepalma.

“En consecuencia, Fedepalma continuará haciendo seguimiento y gestionando con  el Gobierno Nacional y entidades de carácter privado como el Consejo de Países Productores de Aceite de Palma (CPOPC por sus siglas en inglés) y el Consejo Latinoamericano de Palma de Aceite (ConLaPalma), para dar a conocer la realidad de la agroindustria de la palma de aceite en Colombia y evitar que decisiones como la del Parlamento Europeo prosperen y lleguen a comprometer las exportaciones colombianas de aceites de palma y palmiste, que representan 30 % de nuestra producción anual”, concluyó Mesa Dishington.